Como consecuencia de la picadura de una garrapata, Lavigne contrajo una bacteria que, entre otras cosas, la hacía sentir cansada, dolorida, tenía fiebre alta y debilidad muscular, y que tardaron varios meses en diagnosticar. Recién a fines de 2014 supo qué tenía. "Estaba en Los Ángeles, y fue el peor momento de mi vida. Veía a todos los especialistas posibles, los médicos 'top' y eran unos estúpidos. Se colocaban frente a sus computadoras y me decían: 'Tenés el síndrome de fatiga crónica', '¿por qué no tratás de salir de la cama y tocar un poco el piano?' o '¿estás deprimida?'. Eso suele suceder con las personas que sufren la enfermedad de Lyme. No le dan respuesta a sus dudas, y les dicen simplemente que están locos", contó entre lágrimas.
Pero por suerte dio con el diagnóstico después de visitar varios médicos y de pasar gran parte del año pasado postrada en una cama. "Estoy a la mitad del tratamiento, mucho mejor, viendo un gran avance y es bueno para mí saber que me recuperaré al 100% en algún momento", dijo quien en poco tiempo volverá a estar arriba de los escenarios haciendo lo que ama.
También, la canadiense habló del apoyo de los fans a quienes agradeció por haberla hecho sentir "amada". "Veía los videos de mis seguidores y lloraba mucho", recordó. Ahora, la cantante dijo que siente que volvió a nacer.
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