Algunos la reconocen como la diva del dance pop. Y con su estilo ha conseguido fusionar aquel par de voces que la impulsaron a descubrir su talento. Jess Glynne nació en Londres, Inglaterra, y creció escuchando a Mariah Carey y Whitney Houston, dos cantantes que reconoce marcaron su gusto y estilo musical.

Su origen familiar es judío y mientras que su padre es un agente inmobiliario, su madre trabajaba en la industria de la música. Después descubrió su aptitud y saber de lo que quería vivir. Su primer sencillo como solista fue “Right Here”, lanzado en julio de 2014, alcanzó rápidamente éxito internacional.

Pero, se dio más a conocer al gran público cuando colaboró con Clean Bandit en la canción “Rather Be”, que fue elegida como mejor grabación dance en los premios Grammy 2015. Es decir, con 26 años de edad ya puede presumir del megáfono dorado.

“Es algo que me parece irreal, no puedo estar más agradecida, es como un sueño”, dijo al respecto en una entrevista.

Este mismo año, lanzó “I Cry When I Laugh”, que también se volvió número 1 en la lista británica.

Este disco que fue el resultado de una ruptura sentimental y años de trabajo, según informó el medio español El Mundo.

“Las primeras canciones que grabamos fueron las más importantes para mí, me hicieron sentir musicalmente que podríamos hacerlo, que íbamos a crear un álbum que se convertiría en algo grande”, comentó Glynne.

Y sostiene su primera presea dorada. Otro de los sencillos que le dio fama fue “Hold My Hand”, una canción de su propia autoría que llegó a ser de las preferidas.

“Fue mi primer éxito en solitario, y por eso es un tema muy especial para mí, me colocó definitivamente en el lugar en el que estoy ahora mismo”, dijo.

Por el momento no quiere adelantar nuevos proyectos, pero sin duda habrá más de ella el próximo año, ya que ha anunciado que en 2016 iniciará su gira internacional.


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