El público, formado principalmente por chicas muy jóvenes, algunas acompañadas por sus padres, ha gritado hasta quedarse afónico, ha llorado de emoción y ha sentido hervir sus hormonas. Los cinco jóvenes componentes de One Direction (1D para los amigos) han actuado ante un público rendido de antemano, e incluso enamorado, pero no por ello han renunciado a seducirlo más, si cabe, con todos los instrumentos a su alcance.
Deseosos de agradar, la "boy band" juvenil ha dicho algunas palabras en español (pocas), se ha puesto la camiseta del Barça y ha mostrado sus conocimientos sobre la cultura gastronómica española: "tapas y pallella". Pero lo que más han agradecido las incondicionales seguidoras que han llenado el Estadio Olímpico han sido los constantes saludos que sus ídolos han repartido con generosidad a derecha e izquierda y lo mucho que se han paseado por la pasarela situada entre los dos escenarios para que todo el mundo pudiera verlos.
El concierto ha empezado con media hora de retraso, como era de esperar en vista de las larguísimas colas que había en todos los accesos al estadio. Pero nadie se ha quejado, al contrario, las jóvenes espectadoras han disfrutado de los teloneros y de los vídeos musicales, y hasta han bailado la Macarena.
Cuando por fin Zain, Liam, Niall, Harry y Louis han aparecido sobre el escenario, los gritos han sido ensordecedores y muchas se han llevado las manos a la cabeza con expresión de: ¡no me lo puedo creer!, ¡son ellos de verdad! Al ritmo de "Midnight Memories", los cinco sex-symbol adolescentes han saludado a sus fans, vestidos con camiseta y pantalones vaqueros, como si fueran chicos normales, aunque cuesta creer que puedan llevar una vida normal con las pasiones que levantan.
En seguida han empezado a recorrer la larga pasarela situada en medio del estadio, como si de un pase de modelos se tratase. En primera fila estaban los espectadores que han pagado 200 euros, detrás las entrada intermedias y en la punta más lejana del estadio los modestos asistentes que han desembolsado 60 euros.
One Direction es una máquina de hacer dinero, como demuestra su película One Direction: This is us, que ha recaudado más de 60 millones de dólares en un semana. Pero también son una máquina de decir "te quiero", "que bien estoy aquí con vosotros", "que divertido es esto" y "me gusta España".
Además tienen el mérito de dejarse la piel en el escenario y han ofrecido dos horas de música, durante las que encadenado 23 canciones con pocas interrupciones, tan sólo alguna parada para decir "sois un público maravilloso" o ponerse románticos al son del par de baladas que han interpretado.
Los temas más coreados han sido "What makes you beautiful", "Better than words" y" Happily", aunque lo cierto es que el público se las sabía todas. El concierto ha acabado con fuegos artificiales y una traca musical final, con canciones como "You & I", "Story of my life" y "Best song ever". En la salida las caras eran de satisfacción, aunque algunos no han podido soportar tanta emoción y por delante de la zona de prensa se ha visto pasar camillas con chicas desmayadas en cuatro ocasiones. También había quien lloraba, tristes quizás de comprobar que todo llega a su fin, incluso las aventuras intensas como ésta, que los más fanáticos empezaron hace casi un mes, acampando frente al Estadio Olímpico para tener el mejor sitio.
La historia se repetirá el próximo jueves y viernes en Madrid, donde probablemente también habrá seguidores esperando en el aeropuerto y acosando a sus ídolos en el hotel, como ha pasado en Barcelona. Sin duda One Direction está en lo más alto. La pregunta es: ¿cuánto tiempo se mantendrá?
Fuente: http://www.lavanguardia.com/gente/20140709/54411721637/one-direction-concierto-barcelona.html
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