Axwell y Sebastian Ingrosso son dos traviesos. Lo puedes ver en su forma de ser, en sus sesiones, en su discurso.
Ya a nadie le sorprendió que los gemidos de una mujer fueran el comienzo de su sesión en uno de los mejores festivales del mundo, porque su excentricidad les puede llevar a ello.
Ahora, la archiconocida pareja sueca ha querido dejar en evidencia a la gran sensación de la electrónica los últimos años.
Martin Garrix se encontraba en una habitación de hotel con los ex Mafia, cuando le pidieron que pusiera las manos de una forma un poco curiosa, entrelazando los brazos dentro de la camiseta y sacando las manos en el sentido contrario al natural.
Con las manos entrelazadas, Ingrosso le bajó los pantalones al joven productor, que no pudo reaccionar y provocó la risa de todos los allí presentes.
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