Grandiosa.

Una de las mejores películas del año, definitivamente. Un éxito en taquilla y una base de fans realmente satisfecha. Considerando que la película está basada en un libro, ha sido un trabajo impresionante.  Llevar a la pantalla grande algo que solo ha estado en la cabeza del escritor y los lectores, hacerlo realidad... es prácticamente imposible. Pero Josh Boone lo logró, y se merece el reconocimiento. En mi opinión, la mejor adaptación cinematográfica de un libro. Y no lo digo en ignorancia, he presenciado buenos intentos dentro del género de la literatura juvenil, como la famosa saga Twilight, The Hunger Games, The Perks of Being a Wallflower y la más reciente Divergent, entre otras. Ninguna tan buena. Antes de comenzar, quiero agregar que la película es muy triste, tanto como el libro, y tiene partes realmente divertidos. En la sala de cine se oían risas y, bueno, llanto.

Muy buena decisión de comenzar con Hazel narrando la historia con su voz en off, y que esta nos diga líneas idénticas a las del libro. Permite al espectador experimentar el conocer los pensamientos de la protagonista, tal como lo hace el lector. Hazel Grace Lancaster se presenta y nos cuenta que su mamá vió que estaba deprimida por su conducta ante su enfermedad, cáncer, y que hizo que acepte ir a un grupo de apoyo. Todos pueden ver que ella usa una cánula para respirar ya que el cáncer afectó sus pulmones también. También quiero mencionar algunos cambios interesantes, como darle más participación y diálogos a Sam Trammell en su personaje de papá de Hazel, que hacen más divertida la cinta. Y así llegamos a uno de los momentos más esperados, la escena de la metáfora. Luego de conocer a Hazel en la reunión del grupo de apoyo y haber quedado impresionado, Augustus pone manos a la obra. Va despacio y conversa brevemente con ella, para luego sacar un cigarrillo y ponerlo en su boca. Hazel reacciona muy desfavorablemente pensando que Gus era fumador, pero este le aclara que nunca ha encendido uno, que solo pone la "cosa asesina" en sus labios pero no le da el poder de hacerle daño, una metáfora. Cabe mencionar que la actuación de Ansel Elgort como Gus en esta parte en especial, es impresionante, o como dicen las chicas, sexy.

Y así se van conociendo y Hazel hace que Gus lea su libro favorito, Una Aflicción Imperial, de Peter Van Houten. Y luego Augustus usa su único deseo, concedido por una fundación, para ir de viaje a Ámsterdam y conocer al escritor de esta ficticia novela. Y este viaje da lugar a más aventuras por parte de nuestros trágicos amantes. "Trágicos amantes", me recuerda a la frase de Caesar Flickerman refiriendose a Peeta y Katniss en los Juegos del Hambre. Bueno, volviendo a la película en análisis, las escenas en Holanda son fenomenales, resaltando la cena y el momento de la declaración de amor de Augustus. Quizás el mayor error, ya que según el libro él dice las líneas en el avión, pero quien no ha leido el best-seller de John Green, seguro le pareció la escena perfecta. También, sobre esa escena, jamás podré olvidar las palabras del mesero sobre la experiencia de Dom Pérignon descubriendo el champagne (bebida que nuestros protagonistas disfrutaron): "Come, quickly! I'm tasting the stars".  Después, el escritor de Una Aflicción Imperial resulta ser un patán que trata muy mal a la pareja. En compensación la secretaria de este los lleva a visitar la casa de Anna Frank, en la que Hazel realiza el heroico acto de subir las escaleras hasta el último piso. Volviendo al hotel donde se hospedaban, Hazel y Augustus "consuman su amor", una parte muy... PG- 15. Pasado esto, la tragedia comienza. Augustus le confiesa a Hazel que el cáncer le brotó nuevamente y esta vez está "iluminado como un árbol de navidad", citando sus palabras. Unas de las primeras escenas tristes. De regreso a Estados Unidos, Gus empeora cada día. Aunque aquí tiene lugar una de las escenas más divertidas, en las que Gus, Hazel y Isaac le tiran huevos al auto de Mónica, ex novia de Isaac. Una de las últimas escenas divertidas. El llanto incontrolado del espectador se produce en la escena del "pre funeral" que es realizado para Augustus, próximo a morir. El discurso de Hazel es tán emotivo que hace llorar al mismo Augustus, citando la frase "Me diste una eternidad en mis días contados" y "Gracias". Augustus Waters murió 8 días después. Hazel conversa con Isaac y se da cuenta que Gus le había dejado una carta por medio de Van Houten, quien se la dió personalmente después del funeral de Gus. Y bueno, así termina la película, con la carta de Gus, como en el libro.

Se aprecia bastante la negativa de John Green de hacer algo común, fue una excelente decisión salirse del concepto muy usado de que las historias tristes son serias y en algunos casos sin diversión. ¡Los protagonistas son enfermos de cáncer que bromean y filosofan sobre la muerte! Y esto es más realista que la mayoría de las historias de romance. Pude verla el 7 de junio, un día después de su estreno en los Estados Unidos, gracias a un pre estreno exclusivo que algunos cines de Lima realizaron. La audiencia fue un 80% adolescentes que habían leído el libro, algunas realmente jóvenes. Las reacciones durante la película fueron muy expresivas y, como mencioné, al final la mayoría salió llorando de la sala. En general este largometraje ha tenido un gran impacto social, logrando liderar la taquilla norteamericana en su primer fin de semana. Creo que este tipo de historia le gusta mucho a la gente y abarca varios tipos de espectadores. Muy buenas actuaciones y muy impresionante la transformación de Shailene Woodley para encarnar a Hazel. La música, precisa. Ed Sheeran , Charli XCX y Birdy, entre otros, fueron protagonistas del Soundtrack. Para terminar, pienso que no se arrepentirán de ir a ver esta película, es buena tanto para los fanáticos como artísticamente. Eso sí, reirán, y si son emotivos, llorarán. Pero al final, luego de vivir esta gran historia, estén seguros que saldrán con una gran sonrisa en sus rostros.



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