La cantante Kelly Rowland se encuentra actualmente sumida en una de las etapas más felices de su vida, ya que además de estar esperando el primer hijo de su sólido matrimonio con Tim Witherspoon, la artista no podría sentirse más satisfecha por los cuidados constantes que le ofrece su marido y por el hecho de que esté haciendo todo lo posible para que su embarazo se convierta en una experiencia inolvidable para ella.
"La verdad es que mi marido es un cielo, ya que está todo el día pendiente de mí y asegurándose de que me encuentro bien en todo momento. Me hace la comida, me pregunta que si me he tomado mis vitaminas y siempre tiene un cojín a mano para que esté cómoda a todas horas. Es un hombre maravilloso y la persona que siempre está ahí para ofrecerme su apoyo incondicional", aseguró la cantante al portal de noticias E! News.
Un bebé como broche de oro
Más allá de las ganas que tiene de estrenarse como madre, la emoción que embarga estos días a la exintegrante de las Destiny's Child se debe a su deseo de poner el broche de oro a la idílica historia de amor que comparte con el hombre de su vida, ya que considera que la llegada al mundo de su primogénita es el mejor símbolo de la unión inquebrantable que existe entre ambos.
"Creo que la llegada de la niña será una bendición en todos los sentidos, primero porque llevábamos mucho tiempo soñando con ser padres y, además, porque estamos convencidos de que su llegada nos unirá mucho más como pareja. Nuestra hija va a ser una prueba más de que estamos hechos el uno para el otro. Le quiero mucho, es el mejor hombre del mundo", explicó al mismo medio.

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