Emilio Bueso vuelve al escenario literario con una nueva carga de profundidad, una de esas novelas que seguro se guardarán en la memoria del lector arriesgado que necesita algo más que una aventura de supervivencia: “No entiendo qué demonios hace la gente con historias sobre el Apocalipsis zombi mientras el mundo real se cae a cachos. ¿Qué pasa, que para afrontar la realidad que nos envuelve sí nos hacen falta las metáforas?”
Un futuro cercano, quizá demasiado cercano, en el que la sociedad transcurre por cauces opuestos a lo que se podría denominar como “mundo ideal”. Si nos ceñimos a la definición del término distópico (los textos basados en distopías surgen como obras de advertencia que muestran las tendencias actuales extrapoladas en finales apocalípticos), podría asegurarse que Cenital cumple con esa premisa. Nos avisa, bajo la percepción del autor castellonense, de qué nos puede ocurrir de seguir por el camino que está llevando este planeta en el que habitamos: “Hay un peligro real que está ahí y que no se queda en mi novela… ¿Ya oléis la gasolina? ¿No? Pues deberíais.”
Para ello Cenital se articula en varios estadios de lectura en los que vamos a poder ir conociendo datos que están más o menos a la vista de aquel que quiera leer más allá de los datos oficiales que día a día se nos van mostrando en los diferentes periódicos y noticiarios televisivos, así como reflexiones de Destral, el personaje alrededor del que se monta uno de los grupos de supervivencia, sobre observaciones que hace de la sociedad en la que le ha tocado vivir. Pero cuidado, Cenital no es una novela con protagonista absoluto, más bien sería una novela coral con un personaje que lleva el mando del grupo, en la que además, no estaremos integrados dentro de él, si no que vemos los hechos desde arriba, desde el llamado plano cenital (una de las posibles razones del título). Y como lectores, seguro que cada uno de nosotros nos sentiremos identificados con algunos de estos personajes, ya que provienen de estamentos diferentes, desde el promotor inmobiliario, a un indignado, un emigrante sin papeles, pero que se deshumanizan al unirse en la ecoaldea (de hecho se llaman por sus nicks virtuales), que viven en ella por lo que aportan, por sus conocimientos básicos, no por lo que fueron u ostentaron antes.
Incluso esas pequeñas notas, frases o fragmentos de ensayos o noticias que aparecen al comienzo de cada uno de los capítulos, son otro estadio más dentro de la lectura; un intento más de hacernos ver que hace tiempo que se viene sabiendo el declive en el que nos hayamos inmersos, y que parece que todos hacemos oídos sordos hasta que no lo tenemos encima: “Vivimos en un mundo en el que cualquier idiota desquiciado puede hacerse con un coche, con un arma, o con un hijo. A nadie que esté dispuesto a convertirse en una amenaza para la sociedad le exigen unos mínimos de entereza y mobiliario mental. El colmo es que hayan sido unas personas carentes de la más mínima cultura financiera las que nos hayan mandado al borde del colapso bancario.”
Emilio comenta en alguna ocasión que cuando baja la basura de su casa, hay alguien esperando a llevarse esa bolsa, por necesidad. Quizá sea esta circunstancia, una de las inspiraciones que tuvo a la hora de ponerse en marcha a contar la historia de los ecoaldeanos: “Como no cambien las cosas acabaremos yendo a por la cena a la perrera municipal. Y alguien tiene que novelar eso ahora mismo.” Y aunque la idea troncal de Cenital ya llevaba un tiempo en la cabeza de Bueso, ha retomado la historia añadiendo datos más recientes (del caso de los aeropuertos sin aviones o el 15M). Lo que todavía la hace más terrorífica, más cercana.
“Tras un drama siniestro con su romance suicida, lo que me apetecía hacer era una novela capaz de mandar al mundo a la mierda.” Y es que Emilio tiene una novela que se adapta como un guante a su estilo literario. Esa manera de escribir directa, que si en Diástole removía el interior del lector, en Cenital da un golpe al estómago, una colleja a la conciencia de quien se adentra en sus páginas. Aunque lo cierto es que llegué a pensar, antes de ponerme a leer la novela, que tendría una atmósfera más pesimista, más oscura, más derrotista, y sin embargo, dentro de todo ese cúmulo de datos y situaciones, siempre hay un rayo de esperanza, un nuevo amanecer.
Y para eso Emilio se apoya en unos cuantos capítulos en los que a modo de presentación, nos va mostrando a diferentes personajes de la ecoaldea, de dónde han llegado, qué eran en los días anteriores y sobre todo qué aportan en su nuevo hábitat. Y hete aquí que es donde se ve esa esperanza, que el ser humano se reinventa y adapta a su nueva vida.
Así pues, Cenital será esa novela en la que encontraré nuevos retos cada vez que la revise, y que significa un nuevo paso adelante en la bibliografía de Emilio Bueso, y del que espero un nuevo combate literario.

Título: Cenital
EDITORIAL: Salto de Página
ISBN: 978-84-15065-26-5
Autor: Emilio Bueso
Páginas: 288

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