Tienen en sus manos la fórmula del éxito: son apuestos, son jóvenes, componen, cantan, bailan, sienten y están manejados por uno de los mecenas del pop de las grandes ligas en la actualidad: Scooter Braun, claro, seguro su nombre no te suena, pero ¿qué tal el del “niño talento” Justin Bieber o el de Ariana Grande? Pues Braun está detrás de ellos.
Si escuchas las estaciones de música en inglés seguro has oído un sencillo muy pegajoso que al instante te anima a querer quitarte la ropa y bailar (bueno, no toda la ropa) y dices “Geronimo”. Ok, ellos, los que cantan el éxito viral, global y lo que quieras que desplazó del número uno al Happy del otro mecenas del pop, Pharell Williams en las listas de popularidad, ellos son Sheppard.
La historia de Sheppard comienza a dos mil kilómetros y medio de Brisbane, en Papúa, Nueva Guinea. La música estaba en el aire desde el primer día: mientras papá explotaba a Cat Stevens en la casa para sacarlos de la cama por las mañanas, mamá los enviaba a lecciones de piano y teoría musical. Pero su mayor influencia fue un profesor de música en la escuela de Port Moresby, Baruka Tau-Matagu, tecladista del legendario grupo aborigen Yothu Yindu e importante hombre para artistas como Janet Jackson y Madonna.
Sheppard surgió por accidente, de regreso en Australia, cuando la pequeña Amy estaba estudiando un diplomado de música y consideró que a una de sus canciones (título provisional *Cheese on Toast*) le faltaba algo seguro; su hermano George, entonces estudiante de teatro en Sydney, ayudó en las armonías, y los hermanos se dieron cuenta de que podían componer juntos. Agregaron al joven compositor y productor Jay Bovino y la magia fluía.
Más tarde y ya con un acervo de 30 canciones, se unieron los músicos de Brisbane, Michael Butler y Dean Gordon en la guitarra y la batería, y la joven Emma, en el bajo.
La banda está creciendo y con acelerador, alguien le contó a Braun de Sheppard y los resultados se pueden palpar. En febrero de 2014 lanzaron su primer disco Bombs Away y el éxito los está recorriendo de la cabeza a los pies.
El talento detrás de Sheppard
Scoter Braun, como se hace llamar, encontró por primera vez al cantante canadiense Justin Bieber cuando vio un video del niño a los 12 años de edad, en YouTube, interpretando una canción de Ne-Yo. Braun contactó a la madre de Bieber, Patricia Mallette, quien accedió a traer a su hijo a Atlanta para un período de prueba. Finalmente, Braun los convenció para mudarse permanentemente a los Estados Unidos. Después del éxito en línea, Braun lanzó a Bieber con un artista de éxito, Usher. Hoy, Justino es EL arista pop con más seguidores en muchas décadas.
Algo similar sucedió con la nueva diva del pop (bueno, luchando contra Taylor Swift) a quien Braun tomó y convirtió en una gran vendedora de discos, Ariana Grande.
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