A sus 61 años, Cyndi Lauper se encuentra preparando su retorno a la escena musical, goza el éxito del musical Kinky Boots y mantiene un lugar preponderante dentro de la comunidad LGTB.
“He resucitado muchas veces. Creo que vivo un momento muy estable y saludable en mi carrera porque han llegado cosas muy buenas y que no esperaba, y porque la gente no me ha olvidado. Sería tan fácil que me echaran de sus vidas”, considera.
Recientemente anunció que el resto de 2014 se dedicará a componer canciones para el álbum que lanzará cuatro años después de su último trabajo discográfico, Memphis Blues.
“Nunca dejo de idear canciones, mi problema es que hago tantas que no sé por cuál decidirme Me pone un poco loquita hacerlo, porque me encierro en mi mundo y ya”.
Kinky Boots, para el que creó la música y letra, le dio el Tony a la mejor banda sonora original en 2013, además del Grammy este año. “Fue una experiencia fantástica, sobre todo porque me hizo entender el teatro, al cual respeto mucho, con una estructura de labor de equipo muy minuciosa.
“Me llamaron de muchos lugares del mundo para que hiciera música para otras obras, pero no se trata de lo que ofrezcan, sino de lo que puedes lograr, y, por fortuna, tengo tantas cosas que hacer que me fue imposible decir que sí”, expresa.
Designada como uno de los personajes más influyentes en la comunidad LGTB, junto con Madonna, Cher y George Michael, agradece que le hayan encumbrado como icono.
“Es un orgullo y una responsabilidad, pero no se trata de ser parte de la fiesta o hablar bien, sino de ponerme a sus órdenes y cooperar, atraer atención hacia las ciudades donde todavía se ve de mala manera. O bien, buscar fondos para aquellos que sufren alguna enfermedad, persecución social, algo, lo que sea, lo importante es aportar”.
Con éxitos como Change of Heart y Girls Just Want to Have Fun, Lauper ha destacado en la música y ha participado en cine y televisión, siendo The Apprentice, el reality show con Donald Trump, el que la marcó, apunta la cantante.
“Aprendí lo que jamás imaginé y sacó lo peor y lo mejor de mi carácter. Quizás no fui la mejor, pero aprendí como si hubiera ido a la mejor escuela y con los mejores profesores. Esa experiencia sí que fue inolvidable”.
Ahora actúa como telonera en la gira de Cher, Dressed to Kill 2014, que recorre Estados Unidos y Canadá.

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