Los ánimos en el Estadio Nacional se encendieron desde la tarde. Ansiosas y ansiosos ‘Beliebers’ de todas partes del Perú y de otros países de Sudamérica prendieron la chispa para un concierto que agendaron hacía meses en sus calendarios. El sueño al fin era una realidad: Justin Bieber estaba allí, frente a todos.
La velada comenzó puntual, 8:00 p.m., con ‘King Lotus’, banda nacional de pop electrónico, encargada de telonear el evento. El grupo peruano mantuvo la adrenalina de las ‘Justilovers’ de la mano de los cantantes: Marié, Lucas Torres, Rodolfo Cáceres y Sofía Hernández, y logró el cometido de preparar el terreno para “la mejor noche”, como el propio Bieber lo diría más adelante.
Puntualísimo como un reloj, a las 9:00 p.m., Bieber apareció dentro de una caja de cristal, un fondo holográfico, mucho humo y juegos de luces. Sin perder un segundo, empezó a entonar ‘Mark My Words’, ‘Where Are Ü Now’ y ‘Get Used To It’.
Durante los primeros minutos del show, Justin lucía apático, pero con ‘I’ll Show You’ cambió el giro técnico del concierto y entre fuegos artificiales, luces láser y un despliegue de escenario, pocas veces visto en nuestro país, se inició el delirio comunal.
Las siguientes canciones, ‘The Feeling’ y ‘Boyfriend’, daban por sentado que todo se concentraría en alocar a la joven multitud hipnotizada por los bailes y la puesta en escena de un Bieber, al inicio, sin mucha conexión con sus fans y que hacía uso del playback de vez en cuando.
Pero llegó el momento acústico, casi privado, de la noche con ‘Cold Water’, la conocida canción de Ed Sheeran; ‘Love Yourself’ y ‘Been You’, demostrando que pese a todo sí canta y sabe hablar con sus seguidores.
Se rompió la calma y dio paso a entonar los temas más movidos de su repertorio: ‘Company’, ‘No Sense’, ‘Hold Tight’, ‘No Pressure’, y junto a sus bailarinas el ídolo juvenil logró encender aún más el ambiente.
Con ‘As Long As You Love Me’, el intérprete cambió de vestuario; de repente y sin previo aviso, cinco niños aparecieron en escena bailando ‘Children’. Esos pequeños quedarán en la memoria como parte del momento más tierno del show, porque, sinceros como son los niños, solo atinaron a dar gritos cuando Bieber les preguntó sus nombres en inglés y no le entendieron.
El concierto continuó con ‘Let Me Love You’. Bieber volvió a desatar los ensordecedores gritos cuando regaló la casaca que traía puesta y cuando pidió a los presentes prender las luces de sus celulares mientras entonaba ‘Life Is Worth Living’ y ‘What Do You Mean?’.
El divo canadiense advirtió que ya quedaba poco tiempo y los primeros acordes remecieron todo el lugar: ‘Baby’ hacía acto de presencia, haciendo bailar a grandes y chicos. El final llegó con ‘Sorry’, una alegoría al arrepentimiento, ante un público que nunca dejó de corear su nombre.
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